Días atrás en un coqueto hotel del centro marplatense, como diría un diario, se realizó una conferencia de prensa donde un amplio espectro de dirigentes políticos presentaron en sociedad lo que se denominó Concertación Plural. Había una “K”, relato para aquel que no viera la foto del bando posterior al escenario, últimamente siempre hay una “K”.
Juntos allí, dirigentes y militantes de origen peronista, radical y socialista entre las vertientes que se suman hoy a lo que simplificadamente se denomina kirchnerismo.
Sonó medio desafortunada una pregunta de un periodista acerca de si el espacio estaba abierto, o era “eso” lo que se presentaba el resultado de una negociación ya cerrada. Primer punto aclarable: existe confusión acerca del tópico. Algunos comunicadores dudan (si lo hacen ellos…) acerca de si concertar refiere a acuerdos ideológicos o programáticos o si es un arreglo entre dirigentes. Si esta última fuera la respuesta tornaría lógica la inquietud.
En otra intervención preguntaron acerca de si Juan Garivoto podría sumarse al espacio. Gustavo “Tato” Serebrinsky respondió: "Sería un acto de soberbia no dejar que se sume porque en definitiva estamos llamando a una concertación pero no vamos a poner el carro por delante del caballo. Estamos generando un ámbito de discusión política, luego hablaremos de actores”
No me toca la posibilidad de que me hagan a mí ese tipo de preguntas pero igual me gustaría contestar, también me entusiasma la idea de responderle a “Tato” quien descuento tomará a bien que en la pluralidad exista el disenso.
Según el diccionario “Concertar” es “traer a identidad de fines cosas diversas”. Se entiende, no?
El proyecto nacional necesita adherentes y es claro que aumentar la dirigencia deviene en una amplitud de la militancia pero… es necesario explicar más?
Uno es lo que hace, los actores son la política. Así como Carlos Menem representa una política, también Cavallo, Lopez Murphy, Patti, Duhalde, y… Juan Garivoto. Y el respeto hacia ideas opuestas no conduce bajo ningún punto de vista a un desconocer o negar las diferencias. El jabón nunca es queso por duro que apriete el hambre.
Bueno “Tato” no es este el primer acto de soberbia que voy a cometer en mi vida así que le doy sin culpa: con algunos no voy a concertar. No tengo ganas.
Uno de los riesgos de la transversalidad es que trazando una raya en el presente queden debajo oscuras historias de un pasado cómplice o directamente culpable de las desigualdades que hicieron reventar a miles de compatriotas sumiéndolos en la miseria y/o el descreimiento.
Concertar no puede ser sinónimo de indultar. Confundir concertación con concentración es propio de salames. Voy a agregar en un alarde de creatividad y sin comparar a nadie con nadie: Y si Russak decide volver a la política?, y si reaparece Norma Kodoy?, y si es Angel Roik ?
En otro rapto del mismo encuentro dijo también Serebrinsky refiriéndose a la gestión municipal "Hay problemas pero no vamos a meter palos en la rueda porque no es la línea política que nos bajaron de Buenos Aires”
Estamos un poco grandes para decir que nos bajan línea de Buenos Aires sin ponernos colorados. Deberíamos estar más grandes para no aceptar que nadie lo haga.
Nuestras ideas no tienen patrón, son nuestras. Las compartimos o no. Estamos ligados a un espacio en coincidencia con las ideas que se expresan, cuando no se comparte se debate y cuando se acaba debe buscarse otro destino. Es triste pensar que la política pueda engendrar “palabras santas”. El mundo de los humanos se maneja con las reglas de la falibilidad y este sayo nos cabe a todos.
Yo no estoy con Kirchner porque es el presidente de la Nación, cosa que disfruto y aplaudo. Acompaño el proceso que conduce porque me siento totalmente consustanciado con su lucha y con las políticas que lleva adelante y anhelo su profundización. Sus ideas son las mías. Permítaseme una grosería: no creo eso de “estoy con Kirchner” más bien siento que “Kirchner está conmigo” y es lo que fortalece y energiza mi espíritu militante.
Y si alguno decide que no resulta tácticamente conveniente criticar a Katz, que no lo haga. Ahora… oficialismo y oposición son cosas distintas. Hasta hoy los votos que obtuvo el intendente -2003 y 2005- fueron en detrimento de las listas del FPV. La estrategia del “sí pero no, mañana vemos” que el intendente maneja con la perfección de un relojero suizo no obligan a que nos comportemos como la novia de un colimba. Tampoco es bueno confundir al ciudadano común, mucho menos subestimarlo. Qué palos en la rueda pueden ponérsele a un gobierno que controla el Concejo Deliberante a voluntad? Desde qué lugar la Concertación Plural va a seducir a la población, mostrando una K en el logo?
Prométanme que me van a avisar si me equivoco pero no he llegado hasta acá para dejar mis convicciones en la puerta de un hotel del centro.
Juntos allí, dirigentes y militantes de origen peronista, radical y socialista entre las vertientes que se suman hoy a lo que simplificadamente se denomina kirchnerismo.
Sonó medio desafortunada una pregunta de un periodista acerca de si el espacio estaba abierto, o era “eso” lo que se presentaba el resultado de una negociación ya cerrada. Primer punto aclarable: existe confusión acerca del tópico. Algunos comunicadores dudan (si lo hacen ellos…) acerca de si concertar refiere a acuerdos ideológicos o programáticos o si es un arreglo entre dirigentes. Si esta última fuera la respuesta tornaría lógica la inquietud.
En otra intervención preguntaron acerca de si Juan Garivoto podría sumarse al espacio. Gustavo “Tato” Serebrinsky respondió: "Sería un acto de soberbia no dejar que se sume porque en definitiva estamos llamando a una concertación pero no vamos a poner el carro por delante del caballo. Estamos generando un ámbito de discusión política, luego hablaremos de actores”
No me toca la posibilidad de que me hagan a mí ese tipo de preguntas pero igual me gustaría contestar, también me entusiasma la idea de responderle a “Tato” quien descuento tomará a bien que en la pluralidad exista el disenso.
Según el diccionario “Concertar” es “traer a identidad de fines cosas diversas”. Se entiende, no?
El proyecto nacional necesita adherentes y es claro que aumentar la dirigencia deviene en una amplitud de la militancia pero… es necesario explicar más?
Uno es lo que hace, los actores son la política. Así como Carlos Menem representa una política, también Cavallo, Lopez Murphy, Patti, Duhalde, y… Juan Garivoto. Y el respeto hacia ideas opuestas no conduce bajo ningún punto de vista a un desconocer o negar las diferencias. El jabón nunca es queso por duro que apriete el hambre.
Bueno “Tato” no es este el primer acto de soberbia que voy a cometer en mi vida así que le doy sin culpa: con algunos no voy a concertar. No tengo ganas.
Uno de los riesgos de la transversalidad es que trazando una raya en el presente queden debajo oscuras historias de un pasado cómplice o directamente culpable de las desigualdades que hicieron reventar a miles de compatriotas sumiéndolos en la miseria y/o el descreimiento.
Concertar no puede ser sinónimo de indultar. Confundir concertación con concentración es propio de salames. Voy a agregar en un alarde de creatividad y sin comparar a nadie con nadie: Y si Russak decide volver a la política?, y si reaparece Norma Kodoy?, y si es Angel Roik ?
En otro rapto del mismo encuentro dijo también Serebrinsky refiriéndose a la gestión municipal "Hay problemas pero no vamos a meter palos en la rueda porque no es la línea política que nos bajaron de Buenos Aires”
Estamos un poco grandes para decir que nos bajan línea de Buenos Aires sin ponernos colorados. Deberíamos estar más grandes para no aceptar que nadie lo haga.
Nuestras ideas no tienen patrón, son nuestras. Las compartimos o no. Estamos ligados a un espacio en coincidencia con las ideas que se expresan, cuando no se comparte se debate y cuando se acaba debe buscarse otro destino. Es triste pensar que la política pueda engendrar “palabras santas”. El mundo de los humanos se maneja con las reglas de la falibilidad y este sayo nos cabe a todos.
Yo no estoy con Kirchner porque es el presidente de la Nación, cosa que disfruto y aplaudo. Acompaño el proceso que conduce porque me siento totalmente consustanciado con su lucha y con las políticas que lleva adelante y anhelo su profundización. Sus ideas son las mías. Permítaseme una grosería: no creo eso de “estoy con Kirchner” más bien siento que “Kirchner está conmigo” y es lo que fortalece y energiza mi espíritu militante.
Y si alguno decide que no resulta tácticamente conveniente criticar a Katz, que no lo haga. Ahora… oficialismo y oposición son cosas distintas. Hasta hoy los votos que obtuvo el intendente -2003 y 2005- fueron en detrimento de las listas del FPV. La estrategia del “sí pero no, mañana vemos” que el intendente maneja con la perfección de un relojero suizo no obligan a que nos comportemos como la novia de un colimba. Tampoco es bueno confundir al ciudadano común, mucho menos subestimarlo. Qué palos en la rueda pueden ponérsele a un gobierno que controla el Concejo Deliberante a voluntad? Desde qué lugar la Concertación Plural va a seducir a la población, mostrando una K en el logo?
Prométanme que me van a avisar si me equivoco pero no he llegado hasta acá para dejar mis convicciones en la puerta de un hotel del centro.